Tiempo: el asesino del amor
Con el tiempo nos volvemos más fuertes,
toleramos el dolor y aprendemos que cada suceso es una experiencia, la cual nos
ayudará a aprender algo nuevo; con el tiempo también nos damos cuenta que el
factor importante para mantenernos estables y sobrellevar las cosas es el amor,
este sentimiento que te llena y te hace
bien, aunque contradictoriamente es el mismo tiempo el causante de que este
sentimiento pueda morir.
En el libro de Jaime Lértora y Guido Bravo, El Servicio que
merecemos, podemos leer un curioso pasaje acerca de un singular Congreso de los
Malos Sentimientos: “El Odio convoca al resto de los Malos Sentimientos y les
anuncia que necesita su ayuda porque quiere matar al Amor. Los asistentes se
sorprenden y le dicen: ‘Oye, pero si tú eres el más malo de todos, ¿para qué
nos necesitas? ¿No puedes eliminarlo tú solo?’ ‘No’, les responde el Odio, ‘ya
lo intenté’ y no lo he logrado’. Entonces piden un voluntario y el Chisme
ofrece sus servicios. Pero al poco tiempo regresa desalentado y les dice: ‘No,
me rindo, el Amor es muy fuerte y no he podido con él.’ Y así van los Celos, el
Rencor, la Envidia, y todos fracasan. El Odio está desesperado porque ya casi
no queda nadie y en eso uno de los participantes, que se había sentado atrás y
se mantenía callado, levanta la mano y se ofrece a ir a matar al Amor. ‘¿Quién
eres?’, le pregunta el Odio, pero no obtiene respuesta. “Pasa un tiempo y el
personaje regresa cargando un bulto, lo tira a los pies del Odio y le dice:
‘Acá tienes al Amor muerto.’ Ante la sorpresa y la alegría de todos, el
personaje voltea y en la parte de atrás de su chaleco se lee su nombre:
Rutina.” Dicen que cuando el amor muere, la creatividad
se acaba, y la rutina es un gran indicio de ello; considero que no es necesario
pasar largas horas con tu pareja, sin duda alguna los pequeños momentos en los
que realicen alguna actividad que los conecte y nutran la relación serán
suficientes, debemos atrevernos al cambio, hacer cosas nuevas, a vivir el
presente con todas las energías del mundo, dejando el pasado de lado y
construyendo una buena base para el futuro juntos.
Precisamente son estos tres hechos los que me
hacen creer que el “tiempo” es el asesino del amor: la rutina, aferrarse al
pasado y vivir un futuro que aún no llega. Y es que en mi reciente experiencia, los Malos
Sentimientos me embargaron, me sentía culpable por haber enfrascado mi relación
en la rutina, me costaba trabajo salir de la zona de confort que habíamos
creado, y estos también hicieron de mí, una chica que creyó haber dejado de amar
a esa persona especial, porque no podía soñar junto a él, sé que no es solo mi
culpa, yo era, un globo lleno de aire y él, uno lleno de helio, estaba estancada
en nuestro pasado, en donde todo estaba bien y nada podía ser alterado,
mientras él iba cada vez más alto, soñando en un futuro un tanto lejano sin
darse cuenta que yo estaba atemorizada por no poder cumplir cada sueño y eso me
dañaba.
Es curioso que la forma en la que uno vive “el
tiempo” pueda hacerte feliz o miserable, para nuestra suerte estos malos
sentimientos que habían entrado en nuestro pequeño mundo no duraron mucho en
desaparecer, solo fue una cuestión de “tiempo” el darnos cuenta que era hora de
movernos, de cambiar, de enfrentar esos miedos juntos, y de vivir nuestro
presente sin medidas, haciendo lo que soñamos HOY, pues para qué esperar a un
futuro cuando se puede ser feliz cada día. No puedo cambiar el hecho que él sea un gran soñador, pero sí puedo ser
esa ancla que mantenga sus pies en la tierra, y él será mi motivo para seguir
soñando.
Elizabeth Gonzales
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