Último día del año



Hoy es el último día del año, en muchos lugares del mundo se celebra una de las festividades más consumistas que existe, el año nuevo. Sí, una festividad en la cual, todo el mundo tiene una excusa para decir cosas que nunca se atrevió a decir, para celebrar sin reparos, para realizar un sin número de rituales, esperando con ansias, que todos los planes que se propongan en esta noche, se cumplan.

Por suerte, esta noche no romperé todos los platos de mi vajilla, pues no vivo en Dinamarca; tampoco cenaré lentejas como en Italia, pero muchos de mis compatriotas y familiares colocaran lentejas en sus bolsillos, con el deseo de conseguir dinero; esta noche tampoco visitaré ningún templo japonés, ni oiré las 108 campanadas, para que me purifiquen de los deseos mundanos.  En esta noche vieja, tampoco tomaré champán con las cenizas de un papel en donde escribí mis metas y sueños para el 2016, como los rusos. Esta noche no encenderé ninguna antorcha para recorrer las calles escocesas, ni vestiré ropa con lunares como cualquier filipino, y hoy tampoco besaré a alguien a la medianoche como los millones de estadounidenses.

Hoy no realizaré ningún ritual, ni tradición, Hoy para mí es una noche cualquiera, una melancólica noche, en donde recordaré a aquellas personas que ya no están en mi vida, aquellas que nunca más veré porque su ciclo acabó, y a aquellas que tal vez encuentre en un nuevo camino. A pesar del tono gris de esta noche, también hago un balance, he vivido momentos malos, pero sin duda los buenos me han hecho muy feliz. Estuve rodeada de personas maravillosas, viví experiencias únicas, me enamoré, soñé despierta, lloré, viví emociones que nunca antes había sentido, volví a amar, inicié nuevos proyectos, dejé algunos otros, escribí, fui feliz. Y me pregunto: ¿Todos aquellos que celebran hoy, también fueron felices?, ¿cumplieron sus metas?, ¿amaron?, ¿le dijeron a sus seres queridos lo mucho que los aman? Yo sí, y es por eso que esta noche me siento en paz, es por eso que no haré ningún acto extraño para atraer la suerte, definitivamente todo lo que me proponga sucederá si creo en mí.

No necesitamos de un día marcado en el calendario, para pensar en nuestros sueños, para estar unidos o para expresar el amor que sentimos por los otros, lo que realmente necesitamos es vivir el momento, vivir cada día como si fuera el último, reír, no dejar de soñar, sentir. Nunca dejes de creer en ti, pues de eso depende el tamaño de tu éxito. Y si este año que se va no fue tan bueno, mañana será el nuevo comienzo de una historia, en donde tú, eres el único protagonista. CARPE DIEM.
Elizabeth Gonzales 
(The Owl Girl)

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